Hoy se vende tan mala pintura y nos dice el crítico de arte Francisco Nieva— «porque hay poquísima gente culta de verdad. Hay cantidad de Snobs y de nuevos ricos, quienes por sus adefesios colgados de la pared los conoceréis». Para el crítico de arte, Ignacio Nova, hay en Osiris acervo de pa-sión, de emociones positivas en las que se conciben sus sujetos absorbidos, casi siempre por un espacio móvil de color voluntuoso, de manchas que siempre son espaciales y que al pie de la imagen, se hacen texturas, muchas veces sorpresivamente. En tanto que Cándido Gerón afirma que «Osiris logra una gama de colores azules, rosa, amarillo, ocres,
blancos, negros, que se convierten en una ri-gurosa síntesis de ele-mentos constructivos, indispensables, sabia-mente ordenados». – Todo esto debe confirmarse con esta nueva exposición que marca una renovada etapa de sus triunfos históricos desde que ganara la gloria hierá-tica con su magnífico mural, «Agua y Fuego» de la Catedral de la Vega. Grandes éxitos le aseguramos a Osiris Gómez en la realidad de su plenitud creadora.
Mariano Lebrón Saviñón
Febrero de 1998